La importancia del paisajismo en zonas urbanas es un aspecto crucial en el impacto significativo de supone en la calidad en vida de las personas que viven en las ciudades. El paisajismo abarca desde el planteamiento inicial, al diseño, desarrollo, gestión, mantenimiento y rehabilitación de espacios abiertos, espacios verdes y de recreo. Siempre respetando, ante todo, el medio ambiente para transformar de la mejor manera los espacios y en el que convivan sin dañarse naturaleza y personas.
El impacto de la naturaleza en las ciudades
Es importante que las ciudades inviertan en mantener la naturaleza y promuevan la integración de ella en el diseño urbano. Porque la naturaleza puede afectar y mucho a nuestra forma de vivir. Algunos de los aspectos más relevantes son:
- Salud y bienestar: la presencia de espacios verdes y áreas tranquilas para pasear, practicar deporte mejorar la salud física y mental de los habitantes.
- Reducción de la contaminación: La naturaleza ayuda a la reducción de la contaminación, depura el aire y el agua.
- Mitigación del cambio climático: los árboles y plantas actúan como sumideros de carbono y ayudan a reducir los efectos del cambio climático.
- Protección de la biodiversidad: las zonas verdes en las ciudades ayudan a la conservación de la biodiversidad y ayuda a proteger especies en peligro de extinción.
- Mejor la calidad de vida: Está comprobado que la naturaleza esté presente en nuestras calles y plazas ayuda a sus habitantes y mejora su calidad de vida. Ciudades más atractivas, con espacios para la relajación y la convivencia tienen que ser el presente y el futuro de las ciudades modernas. Por eso es primordial incluir más árboles y plantas en las ciudades y reducir el peso del hormigón en los espacios comunes.
Planificación y gestión de los espacios
Para un paisajista una de las cosas importantes es que diseño y usabilidad estén al mismo nivel. Por eso hay que planificar un resumen del jardín antes de diseñarlo, ver qué problemas tiene, conocer la dirección del sol para saber qué plantar en las zonas más sombrías y más soleadas… pero sobre todo se debe estudiar el uso y el objetivo que tenga ese jardín: únicamente paisajístico, de ocio y convivencia…
Por eso hay que tener en cuenta:
- El clima local: debemos conocer los aspectos básicos de temperatura, humedad, orientación, horas de sol… para plantar las especies más acordes al lugar.
- El tipo de suelo del jardín: no en todos los suelos se puede plantar cualquier especie. Tendremos que conocer el pH, si tiene falta de nutrientes por si esto dificulta el crecimiento de las plantas y su posterior mantenimiento.
- El mantenimiento: debemos saber el nivel de implicación de cuidados y mantenimiento que tendrá en el futuro dicho espacio. Si se sabe que no se van a destinar muchos recursos a su mantenimiento, las especies que se planten deberán ser más resistentes y que requieran pocos cuidados.
- Selección de alturas, planificar y definir la atracción visual: un error que hay que evitar es aglutinar muchas especies en un mismo lugar, sin tener en cuenta sus crecimientos. Debemos planificar en qué sitio debe irá cada planta para que no se “autodestruyan” entre ellas con el tiempo.
Implantación de jardines verticales
Para hablar de jardines verticales hay que remontarse a la antigüedad, pero su uso moderno y tecnológico tiene sus raíces en la arquitectura e ingeniería de los años 60-70. Arquitectos y urbanistas comenzaros a explorar nuevas vías y formas de unir edificios con naturaleza en las poblaciones con más densidad de habitantes.
El primer jardín vertical moderno se creó en la década de 1970 por el arquitecto Patrick Blanc en Nueva York. A partir de ahí esta idea fue evolucionando hasta el día de hoy, en el que su uso se ha extendido por todo el mundo. De hecho, Francia es el primer país con una legislación sobre jardines verticales donde se tratan asuntos como el modelo de construcción de los tejados para la mejor absorción de agua de lluvia para las plantas y arbustos que puedan estar instalados en el edificio.
La implantación de jardines verticales aporta una serie de beneficios como:
- Se habilitan lugares y espacios no usados otorgándoles una utilidad.
- Reducen la temperatura del edificio en verano y la mantienen en invierno.
- Son un aislante sonoro, un absorbente de decibelios de contaminación sonora.
- Mejoran la calidad del aire tanto fuera, como dentro del edificio.
Ya sea por la apuesta de más espacios verdes en las ciudades como las implantaciones de jardines verticales en edificios, lo que tenemos claro, es que la naturaleza es un factor favorable e imprescindible para las personas. Debemos apostar por el verde y otorgarle el valor que se merece. Toda gestión y planificación de estas zonas será más eficiente, tanto a nivel económico como de biodiversidad.
En Naturezza conocemos el valor que ofrece la naturaleza en el entorno urbano, no dudes en contactar con nosotros si tienes alguna duda.
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